A una mujer se le conquista con detalles, si es cierto, pero a un hombre también.
Chocolates y rosas es la fórmula que, desde pequeños les dictan a los hombres para conquistar a una mujer. Mientras tanto, a nosotras nos conducen hacia el príncipe azul, el detallista. Es él quien, supuestamente, debe enamorarnos a través de este principio, porque nosotras nos lo “merecemos”.
La situación es la siguiente, ya de por sí el hombre mexicano debe pagarnos la cuenta, y no tiene nada de malo pero, sí representa una gran inversión (Ver artículo: ¿Sabes cuánto cuesta el amor?), encima, muchas mujeres dan por hecho que es su obligación darnos detalles, cuando no lo es.
Un detalle se da de corazón, y por ello es importante que se los agradezcamos, no hay nada más dichoso para ellos que sentirse apreciados, esto implica el que nosotras reconozcamos sus esfuerzos por más mínimos que sean, como elegir unas flores.
Sin embargo, existen mujeres que se quejan todo el tiempo porque su hombre no es detallista, cuando al fin les da algo, ellas en lugar de ponerse felices y dar las gracias, comienzan a reclamarle del regalo o del porque no es así todo el tiempo, con estas acciones no lo alentarás a que te de más, al contrario terminarás por matar su espíritu de caballero.
Además, un número considerable de damiselas esperan sólo recibir, habría que preguntarles: cuándo fue la última vez que le dieron un masaje a su pareja, le han preparado alguna sorpresa, o le han dado un pequeño detalle (una bolsa con sus dulces favoritos o un paquete de cigarros).Tampoco se trata de darle a tu galán todos los días una sorpresa, eso podría asustarlo o aburrirlo; de vez en cuando no hace daño.
Los detalles son valiosos en el juego de la seducción, pero lo son aún más el interesarse o al menos respetar lo que al otro le gusta, escucharse mutuamente y comunicarse.
Chocolates y rosas es la fórmula que, desde pequeños les dictan a los hombres para conquistar a una mujer. Mientras tanto, a nosotras nos conducen hacia el príncipe azul, el detallista. Es él quien, supuestamente, debe enamorarnos a través de este principio, porque nosotras nos lo “merecemos”.
La situación es la siguiente, ya de por sí el hombre mexicano debe pagarnos la cuenta, y no tiene nada de malo pero, sí representa una gran inversión (Ver artículo: ¿Sabes cuánto cuesta el amor?), encima, muchas mujeres dan por hecho que es su obligación darnos detalles, cuando no lo es.
Un detalle se da de corazón, y por ello es importante que se los agradezcamos, no hay nada más dichoso para ellos que sentirse apreciados, esto implica el que nosotras reconozcamos sus esfuerzos por más mínimos que sean, como elegir unas flores.
Sin embargo, existen mujeres que se quejan todo el tiempo porque su hombre no es detallista, cuando al fin les da algo, ellas en lugar de ponerse felices y dar las gracias, comienzan a reclamarle del regalo o del porque no es así todo el tiempo, con estas acciones no lo alentarás a que te de más, al contrario terminarás por matar su espíritu de caballero.
Además, un número considerable de damiselas esperan sólo recibir, habría que preguntarles: cuándo fue la última vez que le dieron un masaje a su pareja, le han preparado alguna sorpresa, o le han dado un pequeño detalle (una bolsa con sus dulces favoritos o un paquete de cigarros).Tampoco se trata de darle a tu galán todos los días una sorpresa, eso podría asustarlo o aburrirlo; de vez en cuando no hace daño.
Los detalles son valiosos en el juego de la seducción, pero lo son aún más el interesarse o al menos respetar lo que al otro le gusta, escucharse mutuamente y comunicarse.
1 comentarios:
La verdad yo aplico mucho eso de agradecer los datalles, a veces me sale el tiro por la culata, cuando finjo que algo me encanto y no es así, porque indudablemente me dara algo igual. Pero su cara de satisfacción de "Sabia que te iba a gustar", creo que lo vale todo.
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