Existen dos tipos de mujeres, las buenas y las malas, eso es lo que por desgracia nos han hecho creer desde pequeños a ambos sexos, especialmente en México, que con sus telenovelas difunden la imagen de una mujer sumisa, quien debe aguantarle todos los desprecios a su chico, y vive por y para él, digo no importa que la trate mal, él la ama ¡y a esto le llaman romanticismo!
En fin, empecemos por partes, la “buena” es la abnegada, la sumisa, “la comprensiva” la que lo perdona todo. Ser la “mala” es hacer lo que te plazca y decir lo que piensa, está mujer es mucho más segura de sí misma, es independiente, no tiene miedo al que dirán, no es fácil controlarla ya que se da a respetar, porque este tipo de chica con la mano en la cintura mandará a un hombre a volar si éste le pone el cuerno y claro una chica buena, probablemente con un ramo de rosas lo perdonará.
Entonces una cabrona como suele llamársele a la badgirl, es la mujer que simplemente se da a respetar y no se dejará pisotear por su pareja, porque una cosa es ser buena y otra es ser tonta. Este último, es el argumento principal, de una de las telenovelas de vanguardia que no te puedes perder: Las tontas no van al cielo.
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